Salvador DalÍ

El canibalismo es una de las manifestaciones más evidentes de la ternura. Salvador Dalí

jueves, 29 de septiembre de 2011

09:13 p.m.

Algunos días tú te levantas viendo el sol radiante, escuchando el canto de los pajaritos multicolores, y piensas que será un buen día; pero no es así.

Por algún motivo u otro, por el primer número o el último, por lo que está bien y lo que está mal, por lo que es negro, blanco e incluso gris. Por todas esas cosas que nos hacen “fuertes”, únicos, invencibles, con vista de rayos x y poderosos… por esas circunstancias estamos aquí.
Fuimos tan magnéticos y electro estáticos que nuestros cuerpos se cargaron y botaron chista. Bebimos aceite negro y espeso. Me delineé el ojo fluorescente y caminé por senderos de zarza ardiente. Lloré lágrimas bien dulces, me asuste al no ver conexión a Internet, nunca trate de quitarme la vida y grite tu nombre, pensando que alguien me escucharía.

Yo soy Platón, Aristóteles y Sócrates con pollina, aunque algunos no lo vean. Soy una versión latino-americana y guardo muy celosamente un lindo arcoíris debajo  de mi almohada. Soy quien soy por lo que tengo que ser,  y no por lo que quieren ver. Así de simple, sin anestesia y bien dentro, porque yo soy la bomba atómica que destruyo Hiroshima y el movimiento socialista, revolucionario que se dio en china.


domingo, 25 de septiembre de 2011

Mi plan.

Mi plan será simple, concreto y perfecto.
Algo que “detectives médicos” no resolverá jamás.
No me iré con una pistola o un cuchillo; me basta
Con la lata de insecticida que mata cucarachas como tú.
Me iré con el odio en la cara. Será tanto todo esto
Que mi rostro se volverá verde y grotesco.
 Me saldrán verrugas y bello por todo el cuerpo.
Te buscare.

Estaré debajo de tu cama o detrás de tu closet,
Y malévolamente reiré diciendo: “hasta la vista Patty”.
Te aniquilare por lo que eres
Y créeme...
No descansare hasta conseguirlo.
Porque ahora solamente te queda mi madre.
Ya te llevaste a mi mejor amigo.
Sin hacer nada, lograste que Mari me odiara.
Te considero una basura,
la copia mas barata.

No importa si me meten preso,
A mi vida le queda poco ya.
Mi objetivo es matar cucarachas
Por esta vez, mandar a la mierda
El karma.


sábado, 24 de septiembre de 2011

querer.

Yo no quiero creer en mas nada.
yo no quiero hablar.
No quiero que me hablen, no quiero que me busquen.
Quiero que me dejen en paz.
no quiero a Carlos, no quiero a mi madre, a mi padre, a mis hermanos.
No los quiero a ustedes, no quiero saber nada.
Yo no quiero amor, ni que me guste nadie.
No quiero regresarme al pasado.
Tampoco que alguien llegue a consolarme.
No quiero salir acompañado, quiero estar solo.
No les creo, yo no creo.
Con esa mujer yo no tengo palabra, no tengo alma.
yo no quiero respirar, no quiero comer, cantar, mirar…
Donde yo pensaba que no había corazón, hoy duele.
Y estoy solo, porque a muchos les grite que prefería mil veces estar contigo y que me prohibieras cosas, a estar con ellos fastidiándome sin sentido ni murmuraciones.
No voy a creer mas nunca en alguien.
No escuchare porque nadie hablara conmigo.
Fuiste la primera.
No  buscare pulsera de deseos.
No te buscare.
No quiero reír porque no tengo motivo.
Tampoco quiero que lean esto.
No quiero querer a alguien, no quiero remediar nada porque ya paso y no me crees.
No quiero creer en Dios, no quiero creer en nadie.
No quiero hablar solo y no tomare.
No volveré a la laguna, entiéndelo.
No la quiero a ella, porque te quiero a ti, ¿te cuesta tanto entender?
No quiero a los Beatles.
Creo que no me quiero.
No quiero contar hasta 10 y respirar profundo.
No quiero que te me pases por la mente, porque me puedo herir.
No quiero dormir, tampoco espero alguna esperanza o que cambies de parecer.
No quiero porque no tengo oportunidad, porque si todos aquellos, desde el que se vino hasta el que te dejo rosas, no pudieron. No tengo oportunidad contigo y este es mi castigo.
No quiero que me creas por obligación.
No quiero que la vida continúe, porque habrá un mañana y no sabré que sucederá.
No me rebajare a pedirle perdón a los que le saque la madre.
No quiero que me molesten con frases absurdas y con lastimas estúpidas.
No quiero que me miren ni me saluden.
No quiero ser, tampoco obedecer.
No quiero que me digan si esta lindo o feo.
Dejen que odie la vida poco a poco, dejen que por mi corra la adrenalina.
No quiero estar cuerdo, prefiero volverme loco y crearme un cuento.
No quiero.

jueves, 15 de septiembre de 2011

ACTO III

Ultimo acto;

Se prenden las luces y sube el telón, como es de esperarse, ya no estás.


Tu madre me lo dijo tan fervientemente, como una propaganda, que esto sucedería, -que me eliminarías-. Todos estábamos psicológicamente preparados, tenía el botiquín para los primeros auxilios, las linternas por si se escapaba la luz de los bombillos, las curitas, el agua oxigenada, la ropa limpia, los enlatados, el agua potable y mi canción favorita. No me llamen “Aprueba De Todo” simplemente, no es la primera vez que escribo algo parecido.

 Todo seria de esta forma, porque estas hecha de azúcar, flores y muchos colores. La “Sustancia X” es agregada por los hombres. Por todos aquellos que te conocimos y te convertimos en lo que eres, por los malos ratos, las estupideces, las intensidades, el acoso. Las llamadas, los mensajes, los insultos y los piropos.

Tu madre también me pidió que me declarara, porque no sabíamos si el día de mañana me arrepentiría por no habértelo dicho. Pero no, no lo hice porque no me dio tiempo, te me adelantaste como siempre. Pero hoy vuelvo a la laguna, canto por mi ex, la señorita pabon hoy murió y yo sé el por qué.

 -Creo que la amistad existe-
- no me gusta-
- ¿Qué pasa Gabriel?-
-me importa lo que tú digas-
Esto son los “recuerdos”…


Y me calmo porque sé que hacer, porque sé, que harás bien. Porque no puedo utilizar una pokebola o digievolucionar. Porque la vida continua. No sé quién eres y nunca lo sabré.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

ACTO II:


Somos tan raros como las calcomanías sucias y pegadas que hay en los 
buces.
 
Discúlpame y límpiame con una servilleta blanca. Mírame y déjame 
caminar a tu lado, hablando  pendejadas. Porque de eso es lo que 
estoy hecho, lleno de arena, de aire caliente - un globo aerostático- 
y aun así, no te dejas llevar por mí a lugares inexplicables, donde no 
llega la corriente y las Dianas bailan música cubana. Donde se 
estacionan trenes de colores fluorescentes y las personas vuelan, 
porque ya se cansaron de gritar sobre el asfalto caliente.
 
Yo prefiero no dormir, los monstruos sacuden mi cama. No levantarme a 
las tres de la mañana y sencillo, cuando tengo sed tomar agua. Yo lo 
quiero dejar, confió en los escapularios, en las estampitas bendita, 
en la rosa mística; En la pantera rosa, en tío conejo, en ella y en el tigre 
de las zucaritas. Porque muy dentro de mi soy inocente, al fondo le 
temo al "coco”, esto es solo una fachada política, y mi pana, caemos 
y nos levantamos pero siempre con la misma vaina.
 
Yo me perdí como jugando a las escondidas, nunca te encontré porque no 
te busque. Los rulos no se enredarían, -callada- porque no hay mas 
cosquillas.
 


martes, 13 de septiembre de 2011

ACTO I

Estos escritos serán cantados por los Dioses del Olimpo, en la puerta de San Pedro, en el ares – el infierno-, en la plaza Bolívar y en tu cara.

Alta la caraja, posesiva, impulsiva, píntala de colores claros y veras que no es lo que parece. Que incluso los más sabios, los filósofos, los poetas, los modelos y los “machos” lloran delante de ella, -sin pena-. De cómo camina en la pasarela, en la calle, las ceras… y todo bajo un mismo compas, al son de sus caderas, y yo soy quien hoy lo está escribiendo, no soy quien para entender la amistad, ni para revolcarme en el suelo, porque hoy solo quiero escribir como la caraja aquella de las fotos pintorescas y bueno, quizás tener algún recuerdo de ella.

 Tan seguro de ser hombre porque me veo desnudo, tan imprescindible como respirar oxigeno barato, tan ostentoso como unos senos recién operados, tan idílico como el hecho de haberme dicho la verdad; como el TANG de mora, así eres tu pana.

 No te merezco y lo sé, pero es tu maldita forma de ser, que me vuelve un catador ciego. Que me mantiene sentado esperando y me hace hacer esto. Yo creo en un poder divino, no en los  hechizos, creo en el azúcar que endulza las cosas y en el cloro que blanquea la ropa. Yo creo en algo omnisciente, omnipotente, que una tristeza hay que tragársela con agua ardiente. Y creo en las hadas, en los deseos y que la música transmite palabras.

 Tu primer acto es: Mandarme al carajo. Luego viene el contra punteo, el “basta”, el pito y la guacharaca. Y lo peor, ya me acostumbre a todo esto. Sin saber, ni darme cuenta, sin preguntarme el por qué o para qué, aquí estoy, Sin una pieza.