Salvador DalÍ

El canibalismo es una de las manifestaciones más evidentes de la ternura. Salvador Dalí

sábado, 24 de septiembre de 2011

querer.

Yo no quiero creer en mas nada.
yo no quiero hablar.
No quiero que me hablen, no quiero que me busquen.
Quiero que me dejen en paz.
no quiero a Carlos, no quiero a mi madre, a mi padre, a mis hermanos.
No los quiero a ustedes, no quiero saber nada.
Yo no quiero amor, ni que me guste nadie.
No quiero regresarme al pasado.
Tampoco que alguien llegue a consolarme.
No quiero salir acompañado, quiero estar solo.
No les creo, yo no creo.
Con esa mujer yo no tengo palabra, no tengo alma.
yo no quiero respirar, no quiero comer, cantar, mirar…
Donde yo pensaba que no había corazón, hoy duele.
Y estoy solo, porque a muchos les grite que prefería mil veces estar contigo y que me prohibieras cosas, a estar con ellos fastidiándome sin sentido ni murmuraciones.
No voy a creer mas nunca en alguien.
No escuchare porque nadie hablara conmigo.
Fuiste la primera.
No  buscare pulsera de deseos.
No te buscare.
No quiero reír porque no tengo motivo.
Tampoco quiero que lean esto.
No quiero querer a alguien, no quiero remediar nada porque ya paso y no me crees.
No quiero creer en Dios, no quiero creer en nadie.
No quiero hablar solo y no tomare.
No volveré a la laguna, entiéndelo.
No la quiero a ella, porque te quiero a ti, ¿te cuesta tanto entender?
No quiero a los Beatles.
Creo que no me quiero.
No quiero contar hasta 10 y respirar profundo.
No quiero que te me pases por la mente, porque me puedo herir.
No quiero dormir, tampoco espero alguna esperanza o que cambies de parecer.
No quiero porque no tengo oportunidad, porque si todos aquellos, desde el que se vino hasta el que te dejo rosas, no pudieron. No tengo oportunidad contigo y este es mi castigo.
No quiero que me creas por obligación.
No quiero que la vida continúe, porque habrá un mañana y no sabré que sucederá.
No me rebajare a pedirle perdón a los que le saque la madre.
No quiero que me molesten con frases absurdas y con lastimas estúpidas.
No quiero que me miren ni me saluden.
No quiero ser, tampoco obedecer.
No quiero que me digan si esta lindo o feo.
Dejen que odie la vida poco a poco, dejen que por mi corra la adrenalina.
No quiero estar cuerdo, prefiero volverme loco y crearme un cuento.
No quiero.

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