“La venganza nunca es buena, mata el alma. La envenena”.
- Na, eso es pura paja –
Una vida, sin la dulce sensación de venganza, es como el carro del heladero. - Sin ricos helados -.
Yo, no temo de vengarme con un lápiz labial en manos.
Me siento en las nubes para planear sin miedo como cobrar una cuenta. – para vengarme -
Porque, asemejo la venganza con la justicia.- Ya mi hermano mayor no me defiende -.
-“La venganza es un acto que, en la mayoría de los casos, causa placer a quien la efectúa, debido al sentimiento de rencor que ocasiona el antecedente factor”-.
Sí, me causa placer, lo admito. No tanto como el orgasmo pasado, o tanto como este sol, color anaranjado. Pero mientras voy caminando por el viaducto, cada paso, cada minuto, imagino a tu familia de luto. – shh callado –
¿Rencor? - No mi pana –
Un “empute” que te causa calor en el pecho, en el corazón. Eso suena mucho mejor.
Entonces, yo necesito deshacerme de eso, porque me está matando, ¿si me entiendes?
Mi madre dice: La mejor venganza es el perdón. Pero ese no es mi caso.
Si perdono, lo volvería hacer, eso es lo que yo entiendo por psicología humana.
Y por último, no me queda más nada, que tomar bus de la venganza.
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